Al Cielo le pondría canchitas y un par de bares, porque en el bar estás en tu casa y a la vez estás balconeando la calle.

El fútbol es la madre de todas las metáforas, es ese lugar donde vamos a buscar definiciones universales. En un pueblo como el nuestro, el fútbol invade todos los ámbitos, y esa invasión es total, acapara con su lenguaje y sus términos todo. Por eso es que también el fútbol se relaciona con la política, y los términos del fútbol ayudan para analizar cuestiones de la misma. "Tenes menos derecha que el PTS (o izquierda, es para charlar)", Frases como "No sabes el baile que les pego en la cámara de diputados", "Tal candidato tiene menos carisma que MacAllister", "Es un jugador de toda la cancha", entre otras, son lanzadas al aire en cualquier mesa de amigos en donde se charle de política. Llevando ese juego a la exageración, y pensando en el famoso "hay equipo" vertido en cuanto ámbito uno recorra, me lanzo a alinear el equipo NacyPop del Oficialismo.

Queda claro que un equipo NacyPop se para con un 4312, como diría el Coco Basile "Yo, a los jugadores, les coloco perfectamente sobre el campo. Pero ocurre que, comienza el partido, y ellos van y se mueven". Para comenzar con la alineación, y siguiendo citando grandes técnicos, "los equipos se arman de atrás para adelante" dijo Carlos Bianchi, así que empezaremos por el arquero.

El Arquero, ese puesto ingrato. En palabras de Galeano “El portero siempre tiene la culpa. Y si no la tiene, paga lo mismo. Cuando un jugador cualquiera comete un penal, el castigado es él…Y cuando el equipo tiene una mala tarde, es él quien paga el pato, bajo una lluvia de pelotazos, expiando los pecados ajenos.” Claramente el movimiento tiene un arquero en Aníbal Fernández, ojo, que es un arquero que patea penales.

Como no queremos tener el problema del Diegote, en el último mundial, nosotros jugamos con dos expertos laterales, nada de inventarle puesto a los players. Recorrerá la banda derecha, el Senador Pichetto, defensor con cara recia pero que se puede reír y hasta festejar una buena jugada del rival. Su fuerte es la marca pero es criterioso a la hora de pasar al ataque, y cuando lo hace lastima al rival con centros punzantes. La banda izquierda la recorrerá otro senador, Daniel Filmus. Le costo asentarse en primera pero ahora tiene mucha proyección. Partido a partido se lo ve mas firme y es una de las promesas a futuro del equipo. En la zaga central, se busca presencia y recordar el River del 86, con Ruggeri y Nelson Gutiérrez. El numero dos, será Carlos Kunkel, gran juego aéreo, un tiempista que da tranquilidad. Conocedor del puesto, sabe sacar del partido a los rivales, con una amplia gama de mañas, más de uno ha perdido la cordura y se ha tenido que ir del partido por agresión. Adentro del reglamento todo, fuera de el, nada. El segundo central, será un Ministro (el mejor de la historia), Carlos Tomada, presencia y experiencia, siempre le ha tocado bailar con la mas fea (y feos), con figuras en crecimiento pero siempre sale airoso. Será el encargado, de la defensa, de ver hasta donde se sube la ultima línea, vital y móvil.

“Agarra el mediocampo”, “el que gana el medio, gana el partido”, por eso hay un medio fuerte, mezcla de talento y fuerza. El volante por derecha, es un tipo muy técnico, un conocedor y amante del juego, un joven que apareció en primera para quedarse un tiempo largo. Con un apellido ilustre en el movimiento NacyPop y con condiciones para defender ese legado, el numero 8 es Juan Manuel Abal Medina. El volante central, el patrón del mediocampo, el Abdulio Varela del movimiento NacyPop, el jefe de la bancada es Agustín Rossi, con apodo de jugador de los 70 “Chivo”, llego al movimiento en silencio pero en pocos minutos demostró capacidad de liderazgo y de sacrificio por el equipo y los colores. La hinchada festeja tanto sus hábiles participaciones como los cortes recios. Clave en el juego como en las declaraciones post partido. De volante por izquierda tenemos a un player que se mando a Europa para que se foguee y volvió más fuerte que nunca, muy técnico con la pelota en sus pies, hábil pero de esos que no esconden la patita, Eric Calcagno no tiene un gran recorrido pero cumple y logra ser importante en la banda izquierda del equipo.

El enganche, es ese tipo sobre el cual caen todas las presiones a la hora de crear juego. El Diez, con todo lo que dice eso en este país, en nuestro fútbol. Teníamos un distinto, un armador del juego, un amador del juego pero se retiro, nos dejo ( y cuanto nos dolió y duele), y hubo que acudir a uno que estaba esperando en el banco, con zapatillas de lona, las medias bajas, con cara de “puedo jugar”, y a segundos de entrar a la cancha, en la ceremonia nomás se paro firme, y demostró que pinta para crack, que no se esconde en la difíciles y se luce en las fáciles, el enganche es Edgardo Depetri.

Había que reforzar, había que cuidar la economía del club, y se fue a buscar a uno por fuera del movimiento, con todo lo que eso significa. Se trajo a un puntero moderno, de esos que también generan mucho por afuera de la acción deportiva en si, en el marketing, en la imagen, en acercar mujeres a la cancha, que despiertan suspiros de la platea femenina, algún reproche de la popular masculina del tipo “Dale Carilindo, embárrate un poco”, pero también elogios “encima es lindo este pibe”. El puntero derecho es Amado Boudou. Su compañía en el ataque es de esos delanteros que vienen con su bolsito de goles, que son efectivos, que capaz no se lucen en el juego pero que vos sabes que faltando 5 minutos tenes que tirar el centro porque te mete un nucazo a lo Hugo Romeo Guerra y sos feliz toda la semana. Laburador incansable, presiona en el área rival, no se luce pero el colectivo termina agradeciendo ese sacrificio, el tanque de área es Florencio Randazzo.

Equipo hay, porque la mejor cabala para el fútbol es tener once jugadores buenos, declaro Fontanarrosa alguna vez.

Cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia.