jueves, 4 de noviembre de 2010

El Abrazo, recorrido histórico.


De todos los gestos de cariño, siempre me llamo la atención El Abrazo. Que tendrá que ver un gesto de cariño con el contenido de un blog político, se estarán preguntando aquellos que leen estas líneas, mucho déjenme decirles.

El abrazo es un acto de dos personas, donde no solo están presentes dos pares de brazos, los del que abraza y los del abrazado, sino que una serie de sentimientos también se encuentran ahí presentes entre esas dos humanidades. El abrazo, a diferencia del beso, es un acto difícil de actuar, cuando a uno lo abrazan sin ganas suele sentirlo claramente.

Hace unos años mirando un programa de televisión, me tope con la historia de unos nietos recuperados, entre los que recuerdo a Juan Cabandie, estos hablaban del proceso de conocer su historia, de reconstruirla, y como Las Abuelas ayudaban a acomodarse a tanta nueva información. Recuerdo unas carpetas, que Abuelas arma, con historias, fotos, datos, de los Padres que ya no están. En mi mente todavía gira la imagen de uno de esos nietos mirando una foto donde sus padres se abrazaban, no se les veía el rostro, pero la foto transmitía tanto, tantas sensaciones y sentimientos, que transcendía la pantalla. El abrazo en los 70 era compromiso pero también era la posibilidad de una despedida.

Los años pasaron, y los abrazos con la vuelta de la democracia se convirtieron en bienvenida, porque no solo se volvía a votar sino que para muchos era volver a pisar el suelo que los vio nacer, entonces Ezeiza fue la capital nacional del abrazo de bienvenida, aunque muchos volvieron y no encontraron todos los abrazos que esperaban.

Pero el abrazo tuvo una resignificación asombrosa en el 2001, nos empezamos a abrazar para despedir amigos, familias enteras que se iban haciendo el camino inverso a sus abuelos, la crisis económica y de representación, las recetas neoliberales y la ineptitud dirigencial, nos hizo despedirnos de gente que empezaba a vivir un exilio económico. A mi me toco muy joven dar un abrazo de adiós, un abrazo a un amigo que se iba, un abrazo lleno de incertidumbres, un abrazo con la certeza de que "se tenían que ir todos" menos el abrazado. El tiempo siguió avanzando, firme, constante, sin dar tregua, y nos empezamos a abrazar a las fábricas recuperadas, a los hospitales, por que la crisis se quería llevar todo, no solo a todos.

Y cuando el abrazo parecía destinado a los momentos mas trágicos de nuestra historia, del fondo del país, de esa parte casi olvidada llego una voz, que le pidió disculpas a Las Madres y a Las Abuelas en un acto publico y político, hizo de la Esma un lugar de todos, pidió bajar los cuadros de los genocidas, y el “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza” dejo de ser una consigna, un canto, para ser una política de Estado. El abrazo empezaba a recomponer su imagen en la historia de la Argentina. Y el abrazo siguió recomponiéndose cuando una madrugada nos abrazamos todos y todas, al saber que ahora éramos más iguales ante la ley, que había un casamiento igualitario.

Pero llego esa mañana, esa noticia, todos vamos a recordar quien nos lo comunico y nos dio el primer abrazo. Me fui a la plaza, y El Abrazo estaba ahí, conteniendo, dando el consuelo que nadie podía encontrar, dando ese sentimiento de empatia que da reconocerse en el dolor del otro. Porque llegabas a la plaza, y lo primero que recibías era un abrazo, y quizás te abrazaba esa persona que hasta ese día solo era unas líneas que te devolvía una red social, pero el abrazo era el de un compañero de lucha y dolor. Pero con el correr de las horas, con el correr de las horas en la plaza el abrazo se resignifico y lo hizo de la forma mas fuerte, paso de brindar consuelo a dar fuerza, se convirtió en aca estamos, este sos vos, este soy yo, esa es nuestra conductora y tenemos que estar fuerte por ella y para ella, claro estaba para todos que no era la conductora la que necesitaba fuerza, éramos nosotros, somos nosotros los que necesitábamos fuerza para estar a la altura de tanta Conductora, de tanta Mujer.

El Abrazo hoy se hizo Fuerza, por lo que vendrá, por lo que falta, por la tarea que hay que enfrentar, pero siempre juntos, porque para el abrazo se necesitan por lo menos dos y nosotros somos muchos más…


2 comentarios:

La Condesa Sangrienta dijo...

Somos muchos más de lo que pensabamos. Es cierto, en dos días fui y volví de la Plaza varias veces... necesitaba de esos abrazos.

yanoreniegodepapá dijo...

La Condesa Sangrienta, con ese username la invito a pasar por mi otro blog, mas volcado a la poesia y literatura
lejana-matanza.blogspot.com

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